La irritabilidad, el nerviosismo, la ansiedad, la perdida de la paciencia, son consecuencia del estrés, muchas veces laboral, es más se ha podido comprobar que muchos de los días perdidos en un trabajo están relacionados por estas causas y se deben principalmente al trabajo.

Es frecuente cometer el error de llevarnos el trabajo a casa o en defecto la carga emocional que arroja sobre las personas. Es que resulta difícil separar una de la otra, sobre todo cuando se llega a casa y se consigue con otra serie de situaciones o dificultades por resolver.

Aunado a esto, la era tecnológica hace pensar a jefe, compañeros de trabajo y hasta clientes que se está disponible las 24 horas del día los 7 días de la semana. Cosa que hasta uno mismo permite, al responder o no tomar las medidas y previsiones idóneas al respecto.

Conciliar la vida laboral y la familiar representa todo un reto para las familias, llegar a ese equilibrio no es fácil pero se puede lograr tomando las medidas adecuadas. La pregunta ahora es ¿Cómo hacer si el trabajo lo estamos realizando desde casa?

La pandemia y el trabajo en casa

Ahora que las circunstancias han cambiado y nos mantiene en casa, las actividades laborales se han organizado para ejecutarse de manera segura a través de diferentes plataformas que han permitido un desempeñado laboral acorde, pero se ejecutan desde el mismo hogar.

No es que llevamos el trabajo a casa, es que ya lo instalamos en ella. Este es un verdadero desafío para mantener el equilibrio entre ambas partes, las actividades laborales y las del hogar. Es bien conocido en caso de que si eres mujer la situación tiende a ser más engorroso.

¿A qué se debe esto? A que se asumen diferentes roles, de manera segura y asertiva.

Diferenciar el ámbito laboral del familiar

 Es realmente un reto personal que cada individuo pueda hacer esa diferenciación, sobre todo con la presente situación, la escases de empleos, la difícil situación económica a nivel mundial, pueden llevarnos a pensar que para conservar el empleo debemos ceder.

Lo ideal es establecer prioridades, y respetar las mismas. Si tenemos la necesidad de realizar algún trabajo fuera del horario establecido, debemos analizar si están ejecutando bien las actividades, si se está administrando bien el tiempo, o si se delega de manera apropiada.

También es indispensable saber decir que no, según sean las circunstancias, ser razonables, nos permitirá tomar decisiones acordes a cada actividad a ejecutar ya sea en el ámbito laboral o familiar. Es recomendable enseñar a otros a respetar nuestro espacio y tiempo.

Dar prioridad a lo más importante nos permitirá mantenernos centrados, y se logra teniendo un horario donde cada actividad tenga su espacio. Sin olvidar que se presentarán situaciones donde las excepciones se deban considerar, esto mostrará equilibrio de nuestra parte.  

Por admin

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